Esta normativa intentará proteger con mayor eficiencia sectores claves de la energía, el transporte, la banca, la infraestructura digital, el agua, la alimentación y la salud, señalaron analistas.
Asimismo, los expertos destacaron que la normativa modifica a la anterior directiva que solo contemplaba como infraestructura crítica a la energía y el transporte.
Además, los especialistas apuntaron que dicha iniciativa endurecerá los requisitos para evaluar los riesgos e informar de problemas por parte de los proveedores de estos servicios.
Los analistas también resaltaron que la medida obligará a los estados miembros de la UE a contar con estrategias nacionales de resiliencia y a mejorar el intercambio de información.
De tal forma que la comunicación transfronteriza se realice a través de unos puntos de contacto únicos que designará cada país, acotaron los expertos.
Quienes remarcaron, además, que los responsables de infraestructuras esenciales deberán informar a las autoridades nacionales de cualquier incidente y las autoridades, a su vez, alertar a la población cuando el asunto sea de interés público.
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