De acuerdo con analistas, la jornada de votación será una copia exacta de las anteriores en ausencia de entendimientos sobre un candidato con la aprobación de las dos terceras partes de los parlamentarios y la vacancia va en la dirección de prolongarse hasta fines de año.
A lo interno, un grupo de partidos insisten en la nominación del representante Michel Moawad, a quien el lado contrario considera una figura desafiante, mientras las posiciones del jefe de la Corriente Patriótica Libre, Gebran Bassil, retrasan el nombramiento del líder del Movimiento Marada, Suleiman Franjieh.
Medios locales como Asharq Al-Awsat, Al-Jumhuriya y Al Diyar reflejaron que el dúo chiita de Hizbulah y Amal, una gran proporción de diputados sunitas e independientes, a excepción de su bloque, respaldan a Franjieh, en tanto Fuerzas Libanesas, el Partido Progresista, el Kataeb y otros apoyan a Moawad. En el contexto del aniversario 79 de su independencia, ministros, políticos, líderes religiosos y organizaciones apostaron por el diálogo como el camino para designar a un jefe de Estado de unidad nacional y capaz de impulsar la recuperación de la nación.
Tras seis años en el poder, Michel Aoun concluyó el pasado 31 de octubre su mandato y Líbano transita el cuarto vacío constitucional después de la independencia, en ausencia de un entendimiento político y bajo un gobierno interino.
Aoun, el mandatario más longevo en el momento de asumir sus funciones con 81 años, requirió 46 sesiones legislativas para completar el quórum en 2016 y poner fin a 888 días de vacío.
Según la Constitución, en la ronda inicial de votaciones el candidato debe obtener dos tercios, 86 sufragios, para ganar, en tanto de acudir a segunda vuelta el postulante requiere de la mayoría de 65.
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