En un comunicado Ford explicó que en los autos de estas líneas de los años 2020 a 2023, equipados con motores de 1,5 litros y tres cilindros, el inyector de combustible puede tener fisuras.
Cuando el motor está en operación, un inyector de combustible con fisuras podría causar que la gasolina o el vapor de la gasolina se acumule cerca de superficies calientes, lo que potencialmente provocaría un incendio, detalló el comunicado.
La compañía admitió que la solución todavía no está disponible, pero que tan pronto como lo esté los propietarios afectados podrán acudir a los concesionarios para su arreglo.
En tanto, Ford actualizará el software de control del motor para detectar si el inyector de combustible tiene fisuras, y en caso de que sea defectuoso, el sistema mostrará un mensaje en el salpicadero para advertir al conductor que acuda a una de sus instalaciones.
El fabricante automovilístico remarcó, además, que de detectarse una caída de la presión de combustible el sistema reducirá de forma automática la potencia del motor para minimizar el riesgo y que el propietario pueda conducir el vehículo a un lugar seguro.
Ford subrayó que también instalará un tubo de drenaje para que la gasolina no se filtre en superficies calientes y así minimizar el riesgo de incendios.
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