En conferencia de prensa como conclusión de su visita, el relator especial de ONU sobre las formas contemporáneas de la esclavitud llamó la atención de Costa Rica para modificar el pago por unidad producida y evitar las largas jornadas de trabajo.
El experto independiente sostuvo que pese a los avances de este país para combatir esta lacra, el trabajo forzoso persiste en varios sectores productivos como la agricultura y el trabajo doméstico, donde los empleados laboran largas horas, que pueden extenderse entre 12 y 15 por día.
Las formas contemporáneas de esclavitud son una realidad en diversos sectores de la economía de Costa Rica y si bien ha habido un progreso del país para eliminarlas, todavía persisten grandes desafíos que deben enfrentarse con la mayor urgencia», sostuvo Obokata, quien estuvo en esta nación centroamericana desde el pasado día 16.
Resaltó que para erradicar la esclavitud laboral, Costa Rica debe fortalecer sus marcos normativos, mejorar la inspección del trabajo, garantizar el acceso a la justicia de las víctimas y asegurar la transición de trabajadores informales a la economía formal.
Refirió que durante su visita, constató casos de explotación laboral, trabajo forzoso o en condiciones de servidumbre en diversos sectores de la economía como la agricultura, la agroindustria, el turismo, la industria manufacturera y el trabajo doméstico.
Obokata indicó que tuvo reuniones y escuchó a representantes del Gobierno, organizaciones de la sociedad civil, comunidades, sindicatos, sector privado, representantes de la ONU y del Sistema Interamericano de Derechos Humanos, organizaciones internacionales y miembros de la comunidad diplomática, entre otros.
Entre los aspectos positivos, el experto mencionó la existencia en Costa Rica de marcos jurídicos aplicables a las formas contemporáneas de esclavitud, que incorporan algunos de los principales instrumentos internacionales de derechos humanos y laborales, así como una mejora en la asistencia y el apoyo a las víctimas de trabajo forzoso.
Tras destacar los esfuerzos de Costa Rica para eliminar el trabajo infantil y la explotación sexual, Obokata reconoció como positivo que la edad mínima para trabajar se fijó en 15 años, y que el Gobierno actualiza periódicamente una lista de trabajos peligrosos que están prohibidos para los menores de 18 años.
Calificó de urgente fortalecer marcos normativos con sanciones más fuertes, ya que el máximo para delitos como la trata de personas y el trabajo forzoso es de 10 años de prisión, consideró débil la aplicación de la legislación vigente y que es muy baja la tasa de enjuiciamiento y castigo de los autores de formas contemporáneas de esclavitud.
Obokata agradeció al Gobierno de Costa Rica la invitación y la cooperación recibida durante la misión, que le permitió entablar un diálogo abierto, franco y constructivo, y adelantó que presentará su informe final al Consejo de Derechos Humanos en septiembre de 2023.
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