Por Odalys Troya Flores
Corresponsal jefa en Colombia
La creación de Revipaz el 24 de noviembre, integrada por víctimas y exguerrilleros de las extintas FARC-EP, es quizás uno de los logros más significativos del Acuerdo de Paz al cumplirse seis años de su firma.
Revipaz, que nació en un ambiente de respeto, de reconciliación y lleno de sueños por una Colombia sin guerras, es resultado de uno de los componentes más avanzados del Acuerdo: el Sistema Integral de Verdad, Justicia y Reparación y No Repetición, tal como reconoce la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Mulford, cuya familia fue víctima de secuestro durante el conflicto armado por las antiguas FARC-EP, detalló que la nueva organización surge de la necesidad que vieron las víctimas a partir de las audiencias de reconocimiento llevadas a cabo por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), en el marco del Caso 01 que investiga los secuestros perpetrados por las extintas guerrillas.
«Varias personas de diferentes regiones de Colombia tuvimos la posibilidad de encontrarnos y en conversaciones posteriores a esas audiencias sentimos realmente que las víctimas de nuestro país estaban abandonadas, no tenían un reconocimiento real, que estábamos sin voz. Nos sentíamos, en pocas palabras, huérfanos», expresó.
De ahí surgió la idea de unirse porque solo juntos serían una fuerza y su voz sería escuchada, añadió el joven. Es maravilloso, muy bonito todo lo que surge porque, además, esto fue inesperado, no fue planificado ni fríamente calculado, se fue dando poco a poco, subrayó.
«Cuando sentimos esa necesidad, esos acercamientos con los excombatientes de las antiguas FARC-EP, vimos que desde el fondo de sus corazones tienen esas ganas de sacar adelante al país, de resarcir el daño causado y nosotros desdoblamos nuestro corazón en el sentido de que no queríamos que nos revictimizaran», añadió.
AMOR, PERDÓN Y DIÁLOGO
Aseguró que con amor, perdón y con el diálogo hay que pensar en el futuro de Colombia, de las nuevas generaciones a las que es necesario dejarles un buen legado de paz.
«Esto es histórico, un proceso a nivel mundial nunca antes visto y un ejemplo para el mundo, además, pone en evidencia que la paz se puede lograr, que las guerras no son ni deben ser eternas, y lo que vale la pena es luchar por la vida, por una paz estable y duradera, y es lo que merecemos los colombianos», recalcó.
Con lágrimas en los ojos contó a Prensa Latina que su caso resultó muy triste, porque no fue un secuestro común, sino familiar.
«Se llevaron a mi mamá, a mis hermanos. En esa época éramos niños, fue algo que golpeó muchísmo a la familia y, posterior a ese hecho nuestra vida cambió», detalló.
Sin embargo, los colombianos son muy resilientes y trabajadores y a pesar de que les tocó vivir momentos muy duros, después de 20 años ven luces de esperanzas en el camino y eso los motiva mucho, aseveró.
«No siento ningún rencor, por el contrario, amor y perdón», reiteró Jonathan Mulford, quien aseguró que había perdido credibilidad en las instituciones, pero a raíz de estos procesos con la JEP eso cambió.
«Antes me parecía increíble poder hablarles a nuestros victimarios», dijo motivado por el nuevo espacio creado que busca la reconstrucción del tejido social a través del diálogo y la cimentación de verdad, y se plantea la necesidad de desarrollar proyectos productivos estables.
También en conversación con Prensa Latina, Pastor Alape, miembro de la última comandancia de las FARC-EP, dijo que la creación de Revipaz fue la suma de una serie de batallas dadas después de la firma del Acuerdo de Paz para su implementación integral, sobrepasando la profunda emoción que genera el asesinato de 352 excombatientes reintegrados a la vida civil.
PRIMERA GRAN COSECHA DEL ACUERDO
«Pero en términos de construcción de sociedad sentimos la satisfacción que hoy un gobierno progresista, por primera vez en nuestro país, sea esa primera gran cosecha del Acuerdo», expresó.
Manifestó que en las batallas dadas por la puesta en práctica del Acuerdo, sienten satisfacción por el momento histórico que viven y que cierra en esta ocasión con un acto tan simbólico como es este espacio para construir una hermandad.
Como dijo Sergio Sergio Cobos, el presidente de la organización Revipaz, «ya aquí no somos víctimas y victimarios, sino hermanos y vamos a trabajar juntos».
En lo adelante y a través de esta nueva fundación, señaló que seguirán dando la lucha para establecer una política pública en Colombia que les permita transitar al establecimiento de una cultura de paz.
Resaltó que el Sistema Integral de Verdad, Justicia y Reparación y No Repetición se basa en la búsqueda y el alivio del dolor con una visión prospectiva para romper los ciclos de la injusticia que caracterizó el régimen en Colombia.
El Comité de Seguimiento, Impulso y Verificación a la Implementación del partido Comunes considera que «esta iniciativa nace del dolor y la responsabilidad que surgió tras la firma del Acuerdo y es una apuesta valiente por participar en la construcción de la paz y por devolverle la dignidad a las víctimas, a los comparecientes y a sus familias.
Para Carlos Ruiz Massieu, representante del secretario general de la ONU y jefe de la Misión de Verificación, luego de seis años de la firma del Acuerdo de Paz, Colombia sigue representando esperanza cuando en el mundo proliferan los conflictos.
CASO 01
La JEP abrió el caso 01 el 4 de julio de 2018 y en su proceso investigativo logró identificar a 21 mil 396 víctimas de secuestro con nombre y cédula.
Durante la audiencia de reconocimiento realizada en junio de este año ante las víctimas, la JEP y el país, los siete comparecientes de las FARC-EP asumieron de manera individual y colectiva su responsabilidad como coautores de toma de rehenes, graves privaciones de la libertad y homicidios.
También, la responsabilidad de cada uno, según su trayectoria de mando, por los crímenes de guerra de torturas, tratos crueles y otros inhumanos, atentados a la dignidad personal, violencia sexual y desplazamiento forzado realizados por las FARC-EP contra los secuestrados.
La Sala estableció que los componentes fáctico, jurídico y restaurativo del reconocimiento hecho por los comparecientes fueron suficientes para remitir a la Sección de Primera Instancia para Casos de Reconocimiento de Verdad del Tribunal para la Paz.
La Sección deberá evaluar cuáles serán las sanciones que impondrá a los siete exintegrantes del antiguo secretariado de las FARC-EP y definir tanto su contenido reparador y restaurador como su contenido de restricción no carcelaria de libertades y derechos.
Igualmente la Sala aprobó los proyectos restaurativos-reparadores presentados por los comparecientes, a saber: trabajos de desminado humanitario, búsqueda de personas dadas por desaparecidas, restauración ambiental del páramo de Sumapaz y actividades transversales de dignificación de la memoria de las víctimas.
Estas propuestas responden tanto a lo que dispone la legalidad (artículo 141 de la Ley Estatutaria) como al traslado que hizo la Sala de las solicitudes e intervenciones sobre el tema de sanciones hechas por las víctimas a lo largo del proceso.
Los comparecientes que pasan al Tribunal para la Paz son Rodrigo Londoño Echeverry, Jaime Alberto Parra, Milton de Jesús Toncel, Pablo Catatumbo Torres Victoria, Pastor Lisandro Alape Lascarro, Julián Gallo Cubillos y Rodrigo Granda Escobar.
En opinión del presidente de la JEP, el magistrado Roberto Vidal, «estos proyectos van a ser un escenario muy interesante para el país. Serán un lugar de reconciliación, donde los comparecientes estarán de la mano con comunidades en territorios realizando labores restaurativas».
Asimismo, se dignificará a las víctimas y a los comparecientes hacia un camino de paz en Colombia.
arb/otf