Aunque el Likud fue la fuerza más votada en las recientes elecciones al ganar 32 escaños de 120 en el Parlamento, necesita los 14 de su incómodo rival para gobernar en mayoría junto al ultraortodoxo Shas (11)y al Judaísmo Unido de la Torá (siete).
Esta semana, ambas formaciones cruzaron sables en un duro intercambio de palabras en el último episodio de una disputa que tiene como trasfondo el control del Ministerio de Defensa, considerado la joya de la corona en el gabinete israelí.
La cartera es reclamada por Bezalel Smotrich, máxima figura del Sionismo Religioso, pero el dirigente del Likud y próximo primer ministro, Benjamin Netanyahu, se resiste a ese paso por las duras críticas internacionales contra su aliado debido a las posiciones radicales que defiende.
Ese ministerio tiene entre sus funciones la aprobación de colonias judías en Cisjordania y además rige la vida de millones de palestinos allí, una situación que Smotrich pretende utilizar para reforzar el control de Israel sobre la zona.
De hecho, la prensa nacional reveló que el Sionismo Religioso quiere obligar a Netanyahu a comprometerse a extender la soberanía israelí sobre ese territorio palestino, en contra de las varias resoluciones delConsejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre el tema.
En el pasado, Netanyahu, quien gobernó en ese país durante 15 años, apoyó la medida, pero luego dio marcha atrás debido a las críticas internacionales y por sus negociaciones para establecer relaciones diplomáticas con varios Estados árabes.
En ese sentido, el diario Yediot Ahronoth reveló que Estados Unidos instó a Netanyahu a nombrar para Defensa a “alguien con quien se pueda tratar”.
Según una encuesta del Canal 12, el 65 por ciento de los israelíes rechaza la designación de Smotrich, en tanto un 21 por ciento respalda la propuesta.
También se reportan fricciones en torno al Ministerio de Seguridad Interior, que exige el diputado Itamar Ben Gvir, máxima figura del Poder Judío (Otzmá Yehudit), quien juntó fuerzas con la formación de Smotrich.
Acusado más de 50 veces y condenado ocho por disturbios, vandalismo e incitación al racismo, Gvir es conocido por tener durante años en la sala de su casa una foto de Baruch Goldstein, quien asesinó a 29 palestinos en la Cueva de los Patriarcas en 1994.
Nombrar a Gvir ministro de Seguridad Interior sería muy parecido a escoger a David Duke, dirigente histórico del grupo racista Ku Klux Klan, como fiscal general de Estados Unidos, advirtió el rabino Rick Jacobs.
(Tomado del Semanario Orbe)
