Especialistas señalan que luego de subir los tipos de interés para luchar contra los altos precios en la Unión Europea (UE), el BCE debe realizar pagos de intereses a los bancos comerciales por unos cinco billones de euros de depósitos que creó mediante la compra masiva de bonos y préstamos baratos.
Estas herramientas de estímulo, desplegadas durante varios años cuando la inflación era demasiado baja, pueden ahora empujar al BCE y a algunos de sus accionistas (como los bancos centrales de Alemania, Países Bajos y Bélgica) a un contexto monetario desfavorable, apuntan los expertos.
Dichos especialistas subrayan también que esto llevaría a algunos de estos bancos centrales de los estados miembros de la UE a solicitar un rescate financiero que pondría en duda su independencia.
Ello se contrapone a la filosofía de la entidad bancaria comunitaria que aboga por mantenerse bien capitalizada con vistas a proteger su independencia de los gobiernos del bloque comunitario y su credibilidad como luchador contra la inflación.
Tenemos que combatir los altos precios subiendo los tipos de interés, lo que se traduce en mayores gastos de intereses que pagamos a los bancos, acotó el BCE en su sitio web.
Y remarcó en el mismo comunicado que en este caso el beneficio cae, lo que representa altas posibilidades de pérdidas.
El BCE, en su mayoría, es propiedad de los bancos centrales nacionales de los 19 países que han adoptado el euro como moneda común e integran la denominada eurozona dentro de la UE.
Como la Reserva Federal de Estados Unidos y otras entidades financieras de importantes economías mundiales, la institución aplica políticas monetarias restrictivas para intentar contener la inflación persistente en el bloque comunitario.
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