“Nosotros hicimos una contrademanda en 2018, y lo que hará este fallo es cerrar un proceso de seis años”, aseguró en declaraciones a la prensa sobre este tema el experto internacional Antonio Gómez.
Según el analista, Bolivia estima que resultará un veredicto sin sorpresas, porque en los alegatos orales se presentaron estudios científicos que moderaron las posiciones de ambas partes.
Comentó que as investigaciones reconocieron que se trata de un cauce internacional, pero gracias a esa pesquisa, Chile admitió en los alegatos orales de abril la soberanía de Bolivia sobre las aguas del curso fluvial.
“Inclusive reconoció el derecho que tiene Bolivia a desmantelar los canales que fueron construidos artificialmente, y también estuvo de acuerdo en que el río tiene como origen un manantial”, describió Gómez.
Respecto al país altiplánico, indicó que reconoció sobre la base de esos estudios que se trata de un curso de agua internacional, y que como países que comparten este flujo les corresponde no solo protegerlo, sino hacer un uso equitativo.
Queda una sola cosa en la demanda, acotó, y es que Bolivia reclamó una suerte de compensación, no cuantificada monetariamente, para cuidar los bofedales, que son un hábitat único por la humedad que dan a este nivel de altura.
“En este sentido -reiteró-, este es un fallo que no traerá grandes sorpresas, por eso me animo a decir que será positivo para ambos países y permitirá relanzar la relación bilateral en varios temas”, concluyó el experto.
La víspera, la ministra de la Presidencia, María Nela Prada, confirmó la presencia de Mayta al frente de la delegación, y no emitió criterios sobre las expectativas del gobierno del presidente Luis Arce sobre el fallo del principal órgano judicial de las Naciones Unidas respecto al proceso iniciado por Chile en 2016.
Fuentes de la Cancillería informaron que la presidenta del tribunal, la jueza Joan E. Donoghue, leerá el veredicto en el Palacio de La Paz de La Haya a las 10:00 hora local de Bolivia.
Chile acudió el 6 de junio de 2016 a la CIJ con el reclamo de que ese tribunal declare que el Silala es un curso de agua internacional y que en su calidad de ribereño tiene derecho al uso de sus aguas.
Bolivia presentó una “contramemoria” basada en un estudio encargado a la consultora internacional Danish Hydraulic Institute sobre los flujos de agua superficial y subterránea del río.
En sus contrademandas, Bolivia solicitó que la Corte reconozca su soberanía sobre los canales artificiales y los mecanismos de drenaje en el Silala que están ubicados en su territorio y su derecho soberano a decidir si los mantiene y cómo lo hará.
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