Tal guarismo afloró por un millón 78 mil contrataciones y un millón 63 mil despidos en el periodo evaluado.
A pesar del saldo positivo, el resultado representa una caída del 36,9 por ciento en un año y una señal de que la creación de puestos laborales en el mercado formal pierde fuerza.
En octubre de 2020, en medio de la primera ola de Covid-19, se abrieron 365 mil 900 empleos formales. La comparación de cifras con años anteriores a 2020, según analistas, no es adecuada porque el Gobierno de Jair Bolsonaro cambió la metodología.
De acuerdo con la cartera, dos millones 32 mil puestos de trabajo formales se crearon en el país entre enero y octubre.
La cifra representa un retroceso en comparación con la misma etapa de 2021, cuando se crearon dos millones 75 mil vacantes.
A finales de octubre, aún según los datos oficiales, Brasil tenía saldo de 42 millones 99 mil empleos formales.
El dígito representa un aumento en comparación con septiembre de este año (42 millones 83 mil) y octubre de 2021 (40 millones 65 mil).
Según el ministro del Trabajo y Previsión Social, José Carlos Oliveira, las cifras de octubre abren la posibilidad de que los empleos formales, creados en todo 2022, sumen más de dos millones cinco mil vacantes con garantías laborales.
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