El incidente provocó una alarma general en la localidad, mientras los padres de los estudiantes y las autoridades de Educación se acercaron al lugar y al hospital para ayudar en lo que fuera necesario.
El ministro de Educación, Ángel Hernández, calificó como un acto de “barbarie” lo ocurrido e invitó a cada ciudadano a asumir una cuota de responsabilidad para garantizar que la escuela sea un lugar de paz y enseñanza de calidad.
La Dirección Regional Sur de la Policía Nacional informó que identificó y detuvo a los responsables, se trata de dos adolescentes de 17 y 16 años, los cuales admitieron haber arrojado el gas.
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