Este martes la Cámara de Diputados vota de manera definitiva el dictamen de Reforma Electoral, presentada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien adelantó que es un hecho que la oposición impedirá su aprobación porque se requiere para aprobarla las dos terceras partes de los 500 diputados, y ellos no tienen esos votos.
Moreno señaló que, lejos de alcanzar acuerdo y consenso para revitalizar el trabajo, la discusión no nos permite avanzar por el resentimiento contra el Instituto Nacional Electoral (INE) y el Tribunal Electoral.
Dijo que lo más importante es defender al INE y al tribunal, robustecerlas y no restarles soberanía. No son tiempos de enviar una iniciativa de reforma electoral y lo mismo haremos en todo lo que quiera violentar a las instituciones del estado.
Su coordinador en la bancada del PRI, Rubén Moreira, ratificó las palabras de Moreno y dijo que prevalencia de problemas como la violencia criminal y la intervención del narcotráfico en los comicios hacen inoportuna la reforma.
Se trata de una posición diametralmente opuesta a la que sustenta el Gobierno, como reiteró precisamente este martes en su conferencia de prensa matutina el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Analizando el mismo tema abordado por Moreno, al dar por sentado que la oposición eliminará el dictamen, confirmó que van a presenta una reforma electoral que no se contraponga ni afecte a la Constitución y permita reafirmar principios establecidos en la Carta Magna, por ejemplo, que no se compren los votos.
Explicó que es una reforma electoral, no constitucional, que se aprueba por mayoría simple, que sí la tienen, y que procura contrarrestar lo que quiere la oligarquía reaccionaria y conservadora, que es dinero, y no aceptan que es lo mismo el voto de un campesino que de un potentado y que esa es la democracia.
Denunció lo que ocurría antes con el tráfico de los votos, la compra de estos aprovechando la situación de las familias pobres a las cuales entregaban migajas y dinero en efectivo y mantener el principio de que todos los votos cuentan, pero con dinero pues para ellos valen más sus intereses que los del pueblo.
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