De acuerdo con un comunicado oficial el encargado de Negocios de Haití en Santo Domingo transmitió a las autoridades vecinas las preocupaciones de su Gobierno por el respeto a los protocolos firmados por las dos naciones sobre la repatriación.
El Ministerio de Asuntos Exteriores y Culto aseguró que adoptó una postura definitiva sobre la cuestión, sin ofrecer más detalles, y señaló que la situación socava la necesaria cooperación en varios ámbitos entre Puerto Príncipe y Santo Domingo.
Las expulsiones de haitianos aumentaron drásticamente en las últimas semanas mientras República Dominicana aplica una política de mano dura contra los indocumentados, la amplia mayoría de ellos originarios de Haití.
Organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos criticaron que las deportaciones no respetan la dignidad de los ciudadanos y afirmaron que los haitianos son “cazados” en las calles, escuelas, hospitales y sus residencias, e incluso algunos son separados de sus hijos menores.
El excanciller Claude Joseph denunció que el presidente dominicano, Luis Abinader, presuntamente aplica una política racista y de limpieza étnica y comparó los métodos del gobernante con los del dictador Rafael Trujillo que en 1937 impulsó una masacre por la cual perdieron la vida más de 20 mil haitianos.
La víspera decenas de personas se movilizaron en Puerto Príncipe y cuestionaron el perfil racial que aplican las autoridades vecinas, además de criticar los malos tratos infligidos a mujeres y niños.
También para protestar contra ese fenómeno residentes de Ouanaminthe en la frontera, bloquearon por casi una semana el paso binacional con lo cual se suspendió el comercio y la transportación de mercancías.
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