En una rueda de prensa la víspera, el mandatario señaló que el pacto logrado en México el 26 de noviembre fue un buen paso de diálogo y entendimiento para recuperar los recursos congelados y secuestrados en el exterior, calculados de 24 mil millones a 30 mil millones de dólares.
Significó que también es una demostración que actuar en el marco de la Constitución para buscar la paz, en la diversidad de la oposición, para dialogar con todos esos sectores, es el camino correcto.
Nosotros debemos mantenernos en los caminos del diálogo, del entendimiento, de la paz, de la recuperación de Venezuela, remarcó.
Recordó que junto al alto mando político de la Revolución, “decidimos tender nuestra mano a este sector de la oposición para entablar negociaciones de paz”, para que ellos se incorporen al camino constitucional, electoral y democrático.
El Presidente manifestó que la Revolución bolivariana transita por una cuarta etapa, denominada del renacimiento nacional, en la cual el país reverdecerá por la vía del entendimiento, el diálogo, la perseverancia, la lucha y las buenas políticas públicas.
Aseguró que si se lograra el levantamiento de todas las sanciones, se aceleraría el renacimiento de la felicidad de un pueblo que tiene derecho a vivir feliz, y vamos a conquistar ese derecho, apostilló.
Maduró recalcó que Venezuela tiene derecho a la libertad económica, de comercio, de producción, pero se intenta montar sobre ella un modelo neocolonial o colonial, donde un país diferente saca unas sanciones y le dice a todos los demás este “no puede producir ni vender petróleo”.
Eso se llama colonialismo en el siglo XXI, son «medidas coercitivas unilaterales colonialistas» y deben ser levantadas todas las sanciones sobre la industria petrolera de Venezuela, aseveró.
Enfatizó que todas deben ser levantadas, porque violan los acuerdos de la Organización Mundial de Comercio, las leyes de libre comercio y de producción, y todas las leyes de la libertad económica, de la convivencia mundial.
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