Henry, quien presidió este jueves las actividades gubernamentales por el Día Mundial de la Lucha contra el Sida, señaló que en la alta incidencia que sufre el país influyen los efectos de la pobreza, violencia, prostitución, promiscuidad y exclusión.
Las cifras aumentan, además, por la estigmatización de los enfermos y la explotación a la que son sometidos, lamentó el titular.
El jefe de Gobierno criticó, igualmente, la vulnerabilidad de las mujeres y niñas que tienen mayores probabilidades de contraer el virus.
Por su parte, Ulrika Richardson, representante especial adjunta del secretario general de las Naciones Unidas, lamentó que Haití cuenta con el mayor índice de prevalencia en la región del Caribe, aunque felicitó la disminución de los contagios.
De acuerdo con la también coordinadora residente y coordinadora humanitaria de la ONU en el país, de 2010 a 2021 los nuevos contagios se redujeron a la mitad y las muertes en un 75 por ciento, lo cual constituye un notable paso de avance, aseguró.
Según datos del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia al menos 13 mil menores de 19 años viven con VIH/Sida y la transmisión materno-infantil es del nueve por ciento, una de las mayores de la región.
En 2018, el Ministerio de Salud inició un programa con el propósito de eliminar la enfermedad en un 80 por ciento para el 2023 y cortar su transmisión para 2030, aunque las recientes crisis del país podrían limitar los objetivos.
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