En acto efectuado en Casa Presidencial, bajo el lema Nadie se queda atrás, el comisionado de Inclusión Social, Ricardo Sossa, afirmó que diversos instrumentos internacionales consagran el principio de igualdad de las personas y la prohibición de hacer distinciones contrarias a su dignidad inherente.
Entonces, subrayó, «siendo que la discapacidad, como resultado social, nunca bajo ningún supuesto, puede ser un motivo de discriminación o desigualdad», y destacó la importancia de anteponer la moral y los valores de las personas.
Por su parte, el primer vicepresidente de Costa Rica, Stephan Brunner, sostuvo que proveemos los derechos y el bienestar de esta población estamos generando una incidencia para el desarrollo dentro del ámbito social, tomando en cuenta escenarios como la vida política, económica y cultural.
En la actividad participó también la primera dama Signe Zeikate, e ministro de Relaciones Exteriores y Culto, Arnoldo André, y estudiantes de la Escuela San Felipe de Alajuelita, el grupo de baile Mi cuerpo, Mi Voz y la representante de la Alianza Latinoamericana de Mujeres con Discapacidad, Damaris Solano.
Desde 1992, la Asamblea General de Naciones Unidas estableció esta conmemoración para impulsar una mejora continua en aspectos políticos, sociales, económicos y culturales de las personas con discapacidad.
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