Esa organización, creada en 2010 para acelerar la transición a la economía circular, precisó que tales materiales tardan unos mil años en degradarse, por lo que provocan efectos muy negativos para los mares y el medio ambiente.
Consumir menos plástico es fundamental para lograr la sostenibilidad de esas grandes extensiones de agua salada y, por tanto, del planeta, por lo que la solución más efectiva para erradicar ese problema es evitar que los plásticos lleguen a ellas, aseguró.
De acuerdo con la investigación, es muy importante evitar los plásticos de un solo uso como los vasos, platos, pajitas o cubiertos desechables, ya que son responsables del 50 por ciento de la contaminación marina.
Los océanos ocupan más del 70 por ciento de la superficie de la Tierra y albergan el 97 por ciento del agua, además son el ecosistema más grande que existe en el planeta, ya que son depositarios de 972 mil especies diferentes de organismos eucariotas (organismos formados por células con núcleo verdadero).
La descomposición de los plásticos en miles de piezas, más conocidos como microplásticos, contaminan gravemente el medio ambiente viajando a través del viento, la lluvia y las aguas residuales hasta llegar a los océanos.
Hoy día, esos materiales se acumulan en la superficie marina, y prueba de ello es el llamado mar de plástico formado en el océano Pacífico entre Hawái y California, cuya extensión es más grande que numerosos países europeos, como España, significó el estudio.
Actualmente esas masas de agua albergan más de 150 millones de toneladas de plástico, y se estima que entre 4,8 y 12,7 millones de toneladas de ese material acaban en los océanos cada año.
Entre los problemas que causan están enredos en muchos animales marinos, y bloqueo de su estómago hasta la muerte al confundirlos con alimentos
Además, durante el largo proceso de descomposición, los microplásticos y nanoplásticos liberan sustancias químicas muy perjudiciales para la vida en los océanos.
La Fundación Ellen Macarthur destacó también el impacto negativo en la economía, ya que la basura marina tiene un costo estimado entre 259 y 695 millones de euros, principalmente para el turismo y los sectores pesqueros.
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