La resolución 181 fue aprobada por 33 votos a favor, 13 en contra y 10 abstenciones, en medio de fuertes presiones no solo de los grupos judíos, sino también de Washington, que amenazaron a países como Liberia o Haití, pues sus Gobiernos planeaban oponerse al plan.
Presentado como una solución, el proyecto fue el inicio de un conflicto que continúa hasta hoy y que parece no tener fin.
Amparados en la resolución, los judíos proclamaron su Estado un año después, lo cual provocó una guerra con varias naciones árabes y la expulsión y éxodo del pueblo palestino, conocido como la Nakba (catástrofe, en árabe).
Según la ONU, más de 700 mil árabes fueron desarraigados de su tierra, aunque los palestinos afirman que la cifra supera los 900 mil, cuyos descendientes viven en la actualidad como refugiados en el Líbano, Siria, Jordania, Egipto y otros países del área.
En ese conflicto, el naciente Estado judío, con David Ben Gurión a la cabeza, ocupó más territorio del otorgado por Naciones Unidas, y en la guerra de 1967 conquistó el resto: la Franja de Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este.
Desde entonces, los palestinos son explotados y marginados en su propia patria, donde carecen de control tanto de sus recursos naturales como de su destino.
En la actualidad, Israel ocupa toda Palestina, pese a los insistentes reclamos internacionales; llamados que los sucesivos Gobiernos de Tel Aviv se resisten a escuchar amparados por el manto protector de Estados Unidos.
Al contrario, en claro desafío al mundo, las autoridades de ese país mantienen una cuestionada política de colonización para cambiar la demografía de Cisjordania y Jerusalén Oriental que incluye la expulsión de familias árabes, demolición de viviendas, ataques, arrestos, asesinatos y otros crímenes similares.
Ahora el panorama es más sombrío tras el reciente triunfo electoral de Benjamin Netanyahu, quien estará al frente del Gobierno más derechista en la historia de Israel con figuras abiertamente racistas, xenófobas y antiárabes como los diputados Bezalel Smotrich e Itamar BenGvir.
Por todo ello, desde 1977, a pedido de la Asamblea General de la ONU, el organismo internacional celebra cada 29 de noviembre el Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino, que aún espera justicia.
(Tomado de Orbe)