El jefe del gabinete llamó a separar la política de la labor del Consejo de Ministros para atender los asuntos del pueblo y los expedientes que preocupan a los ciudadanos, en el contexto de la peor crisis económica y financiera.
Pese a los intentos de boicot de un grupo de autoridades, el primer encuentro gubernamental después del fin del mandato presidencial de Michel Aoun logró el quórum necesario al participar 17 ministros, tras la asistencia de los titulares Héctor Al-Hajjar, de Asuntos Sociales, y George Boushikian, de Industria.
Al enviar un mensaje a los libaneses, Miqati aseguró el compromiso de servicio del gabinete y la cooperación entre los presentes para pasar la etapa tan difícil y aliviar las condiciones de vida de los pobladores.
Miqati insistió que ninguno de los integrantes del Consejo de Ministros quiere tomar el lugar del presidente de la República; y en ese sentido, convocó a su nombramiento lo más rápido posible, lejos de cuestionamientos y discrepancias políticas.
La cita aprobó de su agenda decretos relacionados con el sector de la salud, las telecomunicaciones, la modificación en la compensación de transporte mensual para el personal militar en el Ejército y créditos a fin de palear nieve en los caminos en medio de la temporada invernal.
En el primer debate del gobierno desde mayo último, la sesión de este lunes enfrentó el rechazo de varios ministros afiliados a la Corriente Patriótica Libre, el Partido Tashnak y el exdiputado Talal Arslan, quienes mediante un comunicado expresaron su inconformidad y la no aceptación o aprobación de cualquiera de sus decisiones.
El gobierno libanés labora de manera interina desde las elecciones parlamentarias el 15 de mayo, sin poder formar un nuevo Consejo tras la reelección de Miqati, como primer ministro en junio.
Líbano sortea su cuarto vacío constitucional después de la independencia, a la luz de la falta de consenso político entre los bloques parlamentarios en el propósito de designar al nuevo jefe de Estado.
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