El diálogo está estancado por la falta de un acuerdo entre las formaciones políticas afines al Gobierno y las de la oposición en torno al órgano encargado de redactar la propuesta de carta magna para reemplazar a la vigente desde la época de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
Las coaliciones cercanas al ejecutivo, Apruebo Dignidad y Socialismo Democrático, abogan porque todos los miembros, representativos de los diversos sectores de la sociedad, sean elegidos por votación popular.
Por el contrario, la alianza de derecha Chile Vamos propone una fórmula mixta, donde haya 50 expertos designados por el Congreso e igual cantidad electos por la ciudadanía.
El presidente del senado, Álvaro Elizalde, reconoció que aun las posiciones están muy distantes para poder lograr un acuerdo, no obstante, advirtió que esta decisión no puede seguir postergándose.
“Estamos contra el tiempo. Chile necesita certezas y, por tanto, vamos a hacer un esfuerzo para generar un acuerdo como el que el país está demandando”, dijo el parlamentario.
Este fin de semana, el presidente Gabriel Boric reiteró su llamado al Congreso a cerrar lo antes posible el diálogo para dotar al país de una nueva carta magna.
El mandatario aseguró que para llegar a un acuerdo las partes deben ceder, pero insistió en la necesidad de confiar en el criterio de la ciudadanía y esta, dijo, exige la elección de todos los futuros convencionalistas.
Reemplazar la ley fundamental vigente desde la dictadura fue uno de los reclamos del estallido social de 2019, cuando la ciudadanía pidió cambios estructurales para poner fin al modelo neoliberal.
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