Esta vez, se trata de la demanda sobre «Cuestión de la delimitación de la plataforma continental entre Nicaragua y Colombia más allá de las 200 millas náuticas desde la costa nicaragüense».
Al respecto, Carolina Olarte, coagente de Colombia ante la CIJ indicó que el argumento principal de su país durante las audiencias orales, es que esa Corte «no tiene nada que delimitar».
Añadió que Colombia tiene un cúmulo de argumentos muy sólidos desde la perspectiva jurídica, desde la perspectiva institucional y desde la perspectiva científica que contienen en gran medida la pretensión nicaragüense.
Aseveró que Colombia llega a estas audiencias tras un número importante de años durante los cuales se desarrollaron las fases escritas de este procedimiento.
Llega, además, particularmente fortalecido por la inclusión de un nuevo equipo de agentes y un grupo de asesores que van a reforzar aún más la defensa del Estado colombiano, recalcó.
Enfatizó que Colombia no llega a improvisar a esas audiencias y continuará con una línea de defensa que se viene desarrollando tiempo atrás, fortalecida con nuevos argumentos y una estrategia redefinida.
Los procesos entre los dos países ante la CIJ están divididos dos fases y ya entre 2016 y 2018 se desarrolló la etapa escrita del caso, y ahora inició la oral.
Nicaragua presentará oralmente los principales argumentos en los que fundamenta sus pretensiones y lo propio hará Colombia, que esgrimirá sus criterios contra las demandas de Nicaragua, puntualizó la cancillería.
El 6 de diciembre de 2001, Nicaragua inició ante la CIJ el Caso de la República de Nicaragua contra la República de Colombia con respecto a los «aspectos legales subsistentes» entre los dos Estados «en relación con el título sobre el territorio y la delimitación marítima» en el Caribe occidental.
El 19 de noviembre de 2012 se dio a conocer la sentencia de fondo de la Corte, que fijó los límites marítimos entre Nicaragua y Colombia.
La sentencia señaló que todo el archipiélago le pertenece a Colombia, reafirmando así la soberanía de este país sobre las islas de San Andrés y Providencia, junto con los cayos de Alburquerque, Roncador, Serrana, Bajo Nuevo, Quitasueño y Serranilla.
Sin embargo con este fallo Colombia perdió cerca del 43 por ciento de su territorio marítimo en el Mar Caribe.
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