Justamente, los territorios donde rigen medidas excepcionales se encuentran entre los que más cantidad de homicidios reportaron en la última jornada: Guayas (12), Esmeraldas (3) y Santo Domingo de los Tsáchilas (2), de acuerdo con estadísticas de la Policía Nacional citadas por Radio Pichincha.
De acuerdo con el medio, la Dirección Nacional de Investigación de Delitos Contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Secuestro y Extorsión (Dinased) reportó también crímenes con muertes violentas en Los Ríos (8), El Oro (3), Pichincha (1), y Tungurahua (1).
La ola de asesinatos conllevó a que noviembre concluyera con la mayor tasa de homicidios del año, con más de 500 por cada 100 mil habitantes.
Esas cifras contradicen las afirmaciones del presidente Guillermo Lasso, quien asegura haber “doblegado” al crimen organizado.
Los datos indican que la inseguridad y los hechos violentos persisten en esta nación suramericana pese a los operativos de las Fuerzas Armadas en la Policía en calles y cárceles.
La escalada de la inseguridad en Ecuador se debe a juicio de las autoridades a la guerra de cárteles nacionales e internacionales por el control del narcotráfico, sin embargo, expertos en la materia alertan sobre una ineficiente respuesta estatal a esa cuestión.
Para los especialistas, el alza de la delincuencia tiene su origen en la escasa inversión pública y social del actual gobierno, lo cual contribuye al aumento de la pobreza y el desempleo, y por tanto, apuntan que la respuesta al problema no debe ser solo militar, sino integral.
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