La cita se realizó en la sede para América Latina y el Caribe de la Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO), ubicada en esta capital desde 1955, y su objetivo fue analizar las iniciativas del Decenio de Naciones Unidas para la Agricultura Familiar.
Especialistas de esa entidad dijeron que una serie de fenómenos, como la pandemia de Covid-19, el cambio climático y las turbulencias en los mercados internacionales de nutrientes, energéticos e insumos agrícolas, tuvieron un impacto negativo en la lucha contra la pobreza.
Además, unos 13 millones de latinoamericanos y caribeños cayeron en situación de hambre y cuatro de cada 10 padecen insuficiencia alimentaria, es decir que carecen de la cantidad y calidad suficiente de comida para una vida digna.
Una de las conclusiones del encuentro fue orientar más inversiones a la agricultura familiar como estrategia para combatir la desigualdad en los territorios y llevar a la población alimentos sanos y nutritivos, producidos de modo más sostenible.
Mario Lubetkin, representante regional de la FAO, precisó que este año la cifra de personas viviendo en pobreza será de 201 millones y que 82 millones estarán en condición de pobreza extrema.
En este sentido, el funcionario calificó la reunión como una oportunidad excepcional para generar acuerdos y políticas diferenciadas hacia la agricultura familiar y destacar su papel en la transformación de los sistemas agroalimentarios.
La reunión contó con la presencia de expertos del Mercado Común del Sur, del Sistema de Integración Centroamericana y de organizaciones sociales y organismos internacionales.
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