Por primera vez, en el informe del Sistema Mundial de Vigilancia de la Resistencia a los Antimicrobianos y de su Uso elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) se analizan las tasas de resistencia a los antimicrobianos (o antibiorresistencia) en relación con la cobertura de pruebas analíticas en cada país.
La investigación reveló que se describieron y notificaron elevados niveles de resistencia (por encima del 50 por ciento) en bacterias que son causa frecuente de septicemia en hospitales, como Klebsiella pneumoniae o Acinetobacter spp.
Para tratar estas infecciones potencialmente mortales se precisan antibióticos de último recurso, como los carbapenémicos.
Sin embargo, un por ciento de las septicemias causadas por Klebsiella pneumoniae se mostraron resistentes a los carbapenémicos, lo que aumenta el riesgo de muerte por una infección no tratable.
De acuerdo con los expertos, las infecciones bacterianas comunes presentan cada vez mayor resistencia a los tratamientos.
Más del 60 por ciento de las cepas aisladas de Neisseria gonorrea, causante de una frecuente enfermedad de transmisión sexual, ha mostrado resistencia a uno de los antibacterianos más utilizados por vía oral, la ciprofloxacina.
En tanto, más del 20 por ciento de las cepas aisladas de E. coli, que es el patógeno más común en las infecciones de las vías urinarias, resultaron resistentes tanto a los fármacos de primera línea (ampicilina y cotrimoxazol) como a los tratamientos de segunda línea (fluoroquinolonas).
Por otra parte, aunque en los últimos cuatro años la mayoría de las tendencias al respecto se han mantenido estables, las septicemias causadas por cepas resistentes de Escherichia coli y Salmonella spp y las gonorreas resistentes han aumentado en por lo menos un 15 por ciento en comparación con los niveles de 2017.
Tal comportamiento “erosiona la medicina moderna y pone millones de vidas en peligro”, afirmó el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Añadió que “para aprehender realmente la magnitud de la amenaza mundial y organizar una respuesta de salud pública eficaz contra las antibiorresistencias debemos multiplicar los análisis microbiológicos y generar datos de calidad garantizada en todos los países, y no solo en los más ricos”.
Para hacer frente al curso creciente de las antibiorresistencias es preciso que los países pongan el mayor empeño, a alto nivel, en potenciar su capacidad de vigilancia y aportar datos de calidad garantizada, sabiendo que también incumbe actuar a todas las personas y comunidades, remarcó el informe.
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