En una breve respuesta a una pregunta de la prensa, Boluarte comentó al respecto que el Gobierno de México puede actuar conforme a lo que diga el derecho de asilo.
De otro lado, la Cancillería de Perú convocó al embajador de México, Pablo Monroy, a fin de expresarle la extrañeza gubernamental por las expresiones del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, y su canciller, Marcelo Ebrard, “respecto a los procesos políticos en el país”.
Un comunicado de la Cancillería sostiene que “las expresiones de las autoridades mexicanas constituyen una injerencia en los asuntos internos del Perú, y no resultan consistentes con los acontecimientos que se han sucedido en días recientes”.
Sobre el tema del derecho de asilo invocado por el expresidente Castillo, la Cancillería indicó que señalo a Monroy “la necesidad de que los estados se ciñan a las normas contenidas en los tratados internacionales vigentes sobre la materia y cumplan con todos los requisitos que los mismos establecen”.
La declaración sostiene, sin embargo, que Perú reitera “su más amplia voluntad para continuar profundizando, en el marco del respeto mutuo y de las normas de Derecho Internacional, las tradicionales relaciones de amistad, cooperación y voluntad de integración que unen a los pueblos del Perú y México.
Agrega que esas relaciones se dan especialmente en aquellos ámbitos que inciden en el desarrollo social y cumplirán 200 años en enero de 2023.
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