Fieles a sus tradiciones, los integrantes de la diáspora, sus familiares y amigos se congregaron en las inmediaciones de la legación diplomática de Managua en esta capital para orar y cantarle a la patrona de Nicaragua, con estrofas que invocaron la alegría y la paz.
En la velada, a la que asistió el embajador de Nicaragua en Panamá, Marvin Ortega, se constató la importancia de preservar esta tradición popular y sus asistentes agradecieron la posibilidad de intercambiar vivencias sobre las maneras diversas del festejo en las provincias de esa nación centroamericana,
La devoción a la Virgen, con más de cinco siglos de historia, incluyó repiques de música en torno a la conmemoración y distribución de regalos y golosinas.
En declaraciones a Prensa Latina el promotor cultural e historiador nicaragüense Wilmor López, indicó en su momento que la tradicional festividad, denominada como La Purísima, surgió durante la conquista española en el siglo XV y comprende cada 8 de diciembre una novena y la ceremonia dedicada a la Inmaculada Concepción.
Las canciones, la distribución de frutas, dulces y otras especialidades, posibilitan en esta festividad un ambiente de felicidad que crece con el transcurso de las horas,
Después del triunfo de la revolución, en 1979, la celebración de la Purísima trata de hacerse con énfasis en la comunidad; y en cada cuadra o grupo de vecinos organizan los festejos de forma colectiva, incluso hay barrios donde los Comités de Defensa Sandinista son los organizadores.
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