Al pronunciar un discurso introductorio a la presentación de un informe sobre comercio y discapacidad, la directora general adjunta de la Organización Mundial de Comercio (OMC) Angela Ellard precisó además que esta última afecta desproporcionadamente a las mujeres, los pobres y las personas mayores.
Las cifras hablan por sí solas, y aunque la discapacidad a veces sea invisible, es mucho más común de lo que pensamos, comentó.
Ellard elogió la presentación del primer estudio exhaustivo sobre comercio y discapacidad , obra de la doctora Amrita Bahri, profesora Adjunta de Derecho Comercial Internacional en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y Copresidenta del Programa de Cátedras OMC en el ITAM.
A continuación señaló que las múltiples crisis mundiales a las que se enfrenta la humanidad en la actualidad, incluidas las conmociones derivadas de la pandemia Covid-19, los efectos del cambio climático y la guerra en Ucrania y otros países, suponen una importante amenaza para la economía mundial y crean retos humanitarios a una escala sin precedentes.
En tales momentos, remarcó, suelen ser las personas con discapacidad las más vulnerables, afectadas y olvidadas.
Como se resume en el estudio, prosiguió, ellas a menudo se enfrentan a la falta de acceso a un empleo digno, salarios y condiciones de trabajo deprimidos, así como a la escasez de infraestructuras, productos de apoyo y redes de aprendizaje.
También, agregó, suelen sufrir discriminación y prejuicios en el lugar de trabajo.
Esas barreras merman su capacidad para participar en los distintos aspectos de la vida en sociedad, incluida la esfera económica, en particular el empleo, sostuvo.
Por último la funcionaria significó que en consonancia con la promesa clave de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas de no dejar a nadie atrás es nuestra responsabilidad hacer del mundo un lugar más accesible y equitativo.
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