Por Odalys Troya Flores
Corresponsal jefa en Colombia
En la segunda vuelta electoral, celebrada el 19 de junio, Petro y Márquez lograron más de 11 millones 281 mil votos y de esa forma derrotaron a la fórmula que sorpresivamente pasó al balotaje, integrada por Rodolfo Hernández y Marelen Castillo.
Al conocer los resultados del balotaje, el entonces presidente electo calificó de histórico el triunfo y junto a su compañera de fórmula se reunió en el coliseo Movistar Arena, en esta capital, con miles de simpatizantes y donde aseguró que no defraudaría a quienes con su voto lograron esa victoria.
«Es historia lo que estamos escribiendo en este momento, una historia nueva para Colombia, para América Latina, para el mundo», manifestó en su primer discurso.
Lo que viene es un cambio de verdad, un cambio real, y en ello comprometemos la existencia, la vida misma, no vamos a traicionar a ese electorado que lo que gritó al país, a la historia, es que a partir de hoy Colombia cambia, enfatizó Petro.
Recordó que esta fuerza expresada por el pueblo en las urnas viene de antaño, de generaciones que ya no están, y las fuerzas que contribuyeron al triunfo del Pacto Histórico son un acumulado de cinco siglos de resistencia y rebeldías contra la injusticia, la discriminación y la desigualdad.
Dijo que esa fuerza viene de la juventud y sus luchas a lo largo de la historia. Este gobierno que comienza el 7 de agosto será el gobierno de la vida que significa paz, justicia social y justicia ambiental, enfatizó.
TOMA DE POSESIÓN
El 7 de agosto, Petro, luego de tomar posesión de su cargo expuso ante de miles de personas y una decena de jefes de Estado y gobierno que asistieron a la investidura, su decálogo y compromisos.
En primer lugar, dijo que trabajaría para conseguir la paz verdadera y definitiva en esta nación suramericana. «Como nadie, como nunca. Vamos a cumplir el Acuerdo de Paz y a seguir las recomendaciones del informe de la Comisión de la Verdad. El Gobierno de la Vida es el Gobierno de la Paz», enfatizó.
Aseguró que la paz es el sentido de su vida, es la esperanza de Colombia y no puede fallarle a la sociedad.
«Los muertos se lo merecen. Los vivos lo necesitan. La vida debe ser la base de la paz. Una vida justa y segura. Una vida para vivir sabroso, para vivir feliz, para que la dicha y el progreso sean nuestra identidad», recalcó.
Como segundo punto afirmó que cuidaría de los abuelos y abuelas, de los niños y niñas, de las personas con discapacidad, de las personas a las que la historia o la sociedad marginaron.
«Haremos una política de cuidados para que nadie se quede atrás. Somos una sociedad solidaria, que se preocupa y ocupa del prójimo. Que su Gobierno también lo sea», subrayó.
En el tercer punto de su decálogo dijo que gobernaría con y para las mujeres de Colombia y empezaba un gobierno paritario y con un Ministerio de Igualdad. En el punto cuatro aseguró su gobierno sería de puertas abiertas para todo aquel que quiera dialogar sobre los problemas de Colombia.
«Vamos a construir un Gran Acuerdo Nacional para fijar la hoja de ruta de la Colombia de los próximos años. El diálogo será mi método; los acuerdos, mi objetivo», aseveró. También afirmó, en el punto cinco, que gobernaría escuchando al pueblo, estaría cerca de los problemas y caminaría al lado y junto a los colombianos de todos los rincones.
En el punto seis de su decálogo afirmó que defendería a los colombianos y colombianas de las violencias y trabajaría para que las familias se sintieran seguras y tranquilas, y se haría con una estrategia integral de seguridad.
Petro subrayó en el acápite siete que lucharía contra la corrupción con mano firme y sin miramiento y su gobierno sería de «cero tolerancias» frente a este fenómeno. En el punto ocho subrayó que protegería el suelo, subsuelo, mares y ríos, aire, cielo y no permitiría que la avaricia de unos pocos ponga en riesgo la biodiversidad de Colombia.
Prometió, en el acápite nueve, que desarrollaría la industria nacional, la economía popular y el campo colombiano. Sin distinciones ni preferencias.
Por ultimo remarcó que cumpliría y haría cumplir la Constitución, sobre todo su artículo 1, el cual plantea que Colombia es un Estado social de derecho, organizado en forma de República unitaria, descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales, democrática, participativa y pluralista.
CIEN DÍAS DEL GOBIERNO DE CAMBIO
En un balance ofrecido por el jefe de Estado el 15 de noviembre en la Casa de Nariño, sede de la presidencia, al cumplirse 100 días del Gobierno de Cambio, resaltó que el objetivo central es convertir a Colombia en una potencia mundial de la vida cuyos principales componentes son la justicia ambiental y la justicia social.
Expuso Petro 50 hitos que considera los logros más importantes alcanzados durante la etapa.
«Sacamos la espada de Bolívar e iniciamos el Gobierno del Cambio», dijo el presidente en primer lugar, al referirse al acto de posesión cuando, pese a la negativa del gobierno anterior, expusieron la espada de El Libertador en la plaza que lleva su nombre.
Como segundo elemento mencionó la protección de la Amazonía con una política pública que comienza el año entrante.
Destacó los cerca de 40 Diálogos Regionales Vinculantes en toda Colombia, espacios para recoger propuestas a fin de construir el Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026.
Otro elemento de importancia y que refleja el cambio es el inicio de la Reforma Agraria, el punto uno del Acuerdo de Paz, con la identificación del mapa de las tierras fértiles de Colombia, de 15 a 20 millones de hectáreas.
En ese sentido su gobierno hizo un acuerdo para comprar tres millones de hectáreas, las más fértiles, a fin de entregarlas al campesinado.
Asimismo, el propio mandatario radicó en el Congreso el proyecto que crea el Ministerio de la Igualdad, el cual está en proceso de discusión.
Resaltó que «este gobierno tuvo nombramientos inclusivos en la Casa de Nariño, ahora la recorren indígenas, afros y jóvenes, entre otros. El mismo fenómeno se vive en los Ministerios y entidades».
Entre otros aspectos, dijo que se inició el programa de mejoramiento de vivienda; también el programa Preventivo de Salud.
«Se sancionó la Ley de la Paz Total. Una de las principales leyes con la cual tendremos los instrumentos jurídicos para abrir procesos de negociación. Unos de tipo político, ya empezó con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), otros de tipo jurídico, como el acogimiento a la justicia de bandas y organizaciones sin origen político en Colombia», agregó.
Otro punto destacable es que se aprobó la Reforma Tributaria, con la cual el gobierno busca recursos que financien la justicia climática y la justicia social.
En este período, se sancionó el Acuerdo de Escazú, que será ley fundamental porque le entrega poder a la ciudadanía para informarse y participar en todo proyecto que tenga que ver con afectaciones al medio ambiente en el país.
«Se restablecieron las relaciones Venezuela-Colombia, lo que permite recuperar la frontera y mejorar la calidad de vida de emigrantes en ambos países», enfatizó.
Otro logro es la entrega de transferencias de recursos mensuales a madres cabeza de hogar, con niños por debajo de los 18 años, «un programa que rompe la política asistencial de los anteriores gobiernos que se limitaban a entregar limosna, y saca a estas mujeres de la pobreza», dijo, entre otros resultados positivos.
Por eso miles de personas en Colombia manifestaron su respaldo al presidente Petro, a la vicepresidenta Márquez y a su gabinete ministerial el 15 de noviembre, cuando se cumplieron los primeros 100 días de gobierno.
En las principales plazas del país con multitudinarias movilizaciones, integrantes de los más diversos sectores expresaron su respaldo a las propuestas de cambio del primer gobierno progresista y de izquierda en Colombia.
Con música, consignas, discursos y desfiles coloridos, buena parte de la ciudadanía expresó su compromiso con la lucha a favor de las transformaciones.
arb/otf
