Tras 25 días, la nave Orion de la misión Artemis I de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos (NASA) regresó la víspera a la Tierra con amerizaje en el océano Pacífico cerca de la isla Guadalupe frente a la costa de Baja California.
“El módulo de tripulación se sumergió en la parte superior de la atmósfera de la Tierra y usó esa atmósfera, junto con el ascenso de la cápsula, para salir de nuevo de ella, y luego volver a entrar para el descenso final en paracaídas y amerizar”, precisó la NASA.
Esta técnica utilizada permitirá un reingreso seguro para futuras misiones Artemis, independientemente de cuándo y dónde regresen de la Luna, informó la fuente.
Orion ingresó a la atmósfera viajando a 40 mil kilómetros por hora y con temperaturas de aproximadamente dos mil 760 grados Celsius.
El ingenio recorrió 2,25 millones de kilómetros sin tripulación y fue controlada desde los sistemas de tierra en el Centro Espacial Kennedy.
La misión allana el camino para un vuelo de prueba tripulado y una futura exploración lunar humana como parte del programa Artemis.
Puntualiza la fuente, que la nave espacial Orion voló más lejos de lo que jamás lo haya hecho ninguna otra construida por el hombre.
Permaneció en el espacio más tiempo que cualquier nave para astronautas sin acoplarse a una estación espacial, regresando a la Tierra más rápido y soportando altísima temperatura.
mem/joe