De acuerdo con el ministro, la Misión Internacional bajo los auspicios de la OTAN en Kosovo y Metohija (KFOR) podría garantizar la paz y la seguridad en la región, pues Serbia actualmente no tiene otro interlocutor sobre este tema.
Esperamos de ellos actúen de acuerdo con su autoridad, que garanticen la paz y la seguridad y no se ocupen de cuestiones políticas y del estado de nuestra provincia del sur, sostuvo, al afirmar que Serbia está lista para cualquier escenario.
La situación en Kosovo se intensificó drásticamente el 6 de diciembre, cuando fuerzas especiales de una entidad no reconocida, acompañadas por patrullas de la Misión de la Unión Europea en Kosovo (Eulex), comenzaron a tomar los locales de las comisiones electorales en el norte de Kosovo y Metohija.
La población serbia se organizó espontáneamente y rechazó a los kosovares, que huyeron cruzando el río Ibar.
El 8 de diciembre, unos 350 agentes de policía de Kosovo entraron en el norte de la provincia, poblado por serbios, en vehículos blindados y bloquearon el norte de Mitrovica.
Dos días despues, la policía de Kosovo en Kosovska Mitrovica arrestó al exagente serbio Dejan Pantic por cargos falsos.
En respuesta, la población serbia realizó protestas masivas y bloqueó las carreteras en varios asentamientos con barricadas.
A las barricadas llegaron patrullas de la Eulex, así como empleados de la Misión Internacional bajo los auspicios de la OTAN en Kosovo y Metohija.
El primer ministro del Kosovo no reconocido, Albin Kurti, exigió que los serbios retiraran las barricadas para la tarde del 11 de diciembre.
De lo contrario, amenazó con llevar a cabo una operación para eliminar las barreras con la participación de la policía de Kosovo.
El presidente serbio, Aleksandar Vucic, expresó el 10 de diciembre que el país balcánico enviará una solicitud a la KFOR para desplegar mil efectivos de las fuerzas de seguridad de su país en Kosovo y Metohija de acuerdo con la Resolución 1244 del Consejo de Seguridad de la ONU. mem/amp