En un editorial, Libertad sostiene que Chaves cree que está por encima de la Constitución y la ley, e insiste en que no cabe duda alguna de que el presidente considera que su subjetividad está por encima de las leyes y de la propia constitución y de las tradiciones ticas.
Se propone ir acostumbrando —a la chita callando (con mucho sigilo, con disimulo o en secreto)— al pueblo a sus atentados antijurídicos y a sus malacrianzas. Puede que sea así en Indonesia, pero no aquí, en Costa Rica, denuncian los comunistas ticos.
En conferencia de prensa este miércoles, el mandatario tico defendió una vez más la decisión de su Consejo de Gobierno de suspender a cinco integrantes de la Junta Directiva de la CCSS y denunciarlos penalmente.
Para partidos, agrupaciones obreras y hasta de la empresa privada, esa decisión es ilegal, arbitraria y atenta contra la autonomía constitucional, pues la CCSS es una de la entidades autónomas de Costa Rica.
«La lógica maligna e irresponsable de las campañas electorales no puede trasladarse a las funciones de gobierno. Pero el presidente Chaves no lo ha entendido así, como deben entenderlo las personas decentes», resalta el Editorial.
Menciona que el artículo 73 de la Constitución dice: «se establecen los seguros sociales en beneficio de los trabajadores manuales e intelectuales, regulados por el sistema de contribución forzosa del Estado, patronos y trabajadores, a fin de proteger a éstos contra los riesgos de enfermedad, invalidez, maternidad, vejez, muerte y demás contingencias que la ley determine».
Y añade que la administración y el gobierno de los seguros sociales estarán a cargo de una institución autónoma, denominada Caja Costarricense de Seguro Social.
«Eso dice la Constitución y este texto que nació en los años 40 del siglo pasado tiene que ser respetado por todos, comenzando por quién —aunque hubiera sido en mala hora— fue elegido para ocupar la presidencia de La República», puntualiza Libertad.
Concluye que «el único interesado en destruir la Caja es el presidente, pues como es evidente a los neoliberales le estorban los servicios públicos que ayudan al bienestar del pueblo».
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