Perú vive en medio del caos político desde la remoción y detención del presidente Pedro Castillo, lo cual originó manifestaciones de descontento y disturbios que fueron reprimidos por el Ejército y la Policía con saldo de al menos 20 muertos.
Un comunicado publicado en la página oficial de la cancillería chilena deplora la muerte de personas y afirma que cualquier violación a los derechos humanos debe ser debidamente investigada.
“Chile sigue con atención el desarrollo de los acontecimientos en el vecino país y hace un llamado al cese de la violencia y a una pronta solución a la crisis, con apego a los cauces democráticos y a las obligaciones internacionales de resguardo de los derechos humanos y las libertades fundamentales”, señala el texto.
El gobierno chileno dijo estar dispuesto a trabajar en las instancias correspondientes para contribuir a un proceso de diálogo amplio e inclusivo de los distintos actores sociales y políticos de Perú, capaz de generar las condiciones para una gobernabilidad democrática basada en la voluntad soberana del pueblo.
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