Henry explicó que la nueva unidad permitirá atender mejor las necesidades de los trabajadores y de los empleadores, en un sector que se vio gravemente afectado por la recurrente crisis nacional.
El gremio textil emplea a unas 50 mil personas, pero la situación de inseguridad y el desabastecimiento de combustibles empujó al paro a miles de trabajadores.
“Tenemos que recuperar los puestos de trabajo perdidos y crear otros nuevos”, dijo Henry, y afirmó que su Gobierno trabaja para crear condiciones adecuadas que atraigan la inversión extranjera directa.
El primer ministro también reconoció el impacto de la inflación y alto costo de vida en la población, especialmente entre los trabajadores, y prometió medidas de acompañamiento gradual para asistir a los vulnerables.
El tejido empresarial de Haití sufrió las consecuencias de la aguda crisis política, económica y social que experimenta la nación caribeña, y como consecuencia muchas empresas tuvieron que cerrar sus puertas y despedir a miles de trabajadores en momentos en que la tasa de empleo formal es muy baja.
Todo ello ocurre cuando 4,7 millones de haitianos sufren inseguridad alimentaria y por primera vez Haití registra a 19 mil personas en fase de hambruna, según datos del Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas.
Las acciones de los grupos armados que operan en Puerto Príncipe y sus zonas aledañas solo empeora la situación y empuja a cientos de miles de personas a abandonar sus hogares, lo cual aumenta la cifra de personas vulnerables.
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