Según los datos más recientes de la Dirección de Epidemiología, Laboratorio e Investigación, suman 14 mil 777 los casos sospechosos, de ellos mil 267 se confirmaron, lo cual representa un incremento del 3,09 por ciento con respecto al informe anterior.
De los fallecidos al menos un centenar se registró fuera de las instituciones de salud, algunos de ellos en las cárceles, donde el hacinamiento, falta de alimentación balanceada y de acceso a servicios médicos pueden desencadenar un brote aún mayor, advirtieron expertos.
Hasta el momento los niños de uno a cuatro años son los más afectados, con más del 18 por ciento de los casos sospechosos y organizaciones como el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) alertaron que la enfermedad podría constituir una sentencia de muerte para los menores por los altos índices de desnutrición infantil.
Haití ya vivió en 2010 una epidemia de cólera que costó más de 10 mil vidas y contagió a unas 820 mil personas según los datos oficiales, aunque organizaciones sociales y políticas denunciaron que la cifra de fallecidos es mucho mayor.
Todavía se desconoce el origen del actual brote que se propagó a nueve de los 10 departamentos del país en un momento complejo por la ola de violencia generada por los grupos armados que limitan el despliegue de campañas de concientización para frenar el avance de la enfermedad.
A inicios de esta semana las autoridades recibieron 1,17 millones de dosis para inmunizar a los ciudadanos, y esperan la llegada de otras 500 mil para aplicarlas en las poblaciones más vulnerables.
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