De ninguna forma debemos dejar que se rompa el “fino hilo” de las conversaciones con Rusia, declaró el estadista germano al rotativo Süddeutsche Zeitung.
Scholz evitó, sin embargo, referirse a una posible visita a Moscú, en 2023 y se refirió a la necesidad de que el gigante euroasiático ponga fin a la operación militar en Ucrania, cuyo inicio anunció el pasado 24 de febrero el presidente Vladimir Putin.
Para finalizar los combates es necesario hablar, ya sea por teléfono o sentados a una larga mesa, comentó el gobernante alemán, en referencia a una mesa blanca reservada en los últimos tiempos por Putin en el Kremlin, por lo general, para reunirse con dirigentes de países occidentales.
Respecto a una oportunidad para restablecer negociaciones de paz entre Rusia y Ucrania, Scholz consideró que ese “momento pasó hace tiempo”.
Putin expresó su asombro y pesar por declaraciones difundidas aquí de la excanciller federal Angela Merkel, quien confesó que los Acuerdos de Minsk para poner fin a la confrontación en el Donbass solo eran una maniobra para dar tiempo al fortalecimiento de Ucrania.
La capital belarrusa sirvió de sede en su momento para alcanzar avenencias entre la dirección ucraniana y los rebeldes de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk (en el Donbass), con mediación de Rusia, Alemania y Francia.
Por otro lado, Scholz estimó que a largo plazo existen perspectivas de reanudar la cooperación con Rusia en algún momento, pero eso no sucederá ahora, aclaró.
Alemania se unió a las más de 10 mil medidas punitivas unilaterales aplicadas por Occidente a Rusia, pese a contar con un intercambio comercial bilateral de 76 mil 400 millones de euros y haber realizado inversiones en ese país por unos 20 mil millones de la moneda europea.
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