De acuerdo con el diario The Hill, la autoridad en los últimos días aumentó su retórica conservadora y esta semana pidió a la Corte Suprema estadual que convoque a un gran jurado para investigar supuestas “irregularidades” con respecto al desarrollo y promoción de las vacunas contra la pandemia de Covid-19, en lo que fue considerada una batalla pública con Anthony Fauci, asesor sobre el tema de la Casa Blanca.
También el gobernador transmitió un pronunciamiento en contra de una ley federal recientemente firmada que protege los matrimonios entre personas del mismo sexo e interraciales a nivel federal.
La marcha hacia la derecha de DeSantis podría ayudarlo con los conservadores, aunque para ello tendría que vencer al expresidente Donald Trump (2017-2021), quien a mediados de noviembre anunció su candidatura por la Mansión Ejecutiva.
“Tiene que ganar las primarias antes de poder postularse en los comicios generales, y el electorado republicano de hoy todavía favorece al exmandatario, por lo que tiene que ser sólido en esos temas conservadores para ser una alternativa viable”, aseguró Saul Anuzis, estratega del partido identificado con el color rojo.
DeSantis, de 44 años, quien fue reelegido en el cargo en los sufragios de medio término de noviembre, comenzó su carrera en 2012 como representante ante el Congreso y logró consolidar a ese sureño territorio como el segundo bastión rojo más poblado en Estados Unidos, por detrás de Texas.
Aunque sigue sin confirmar su campaña por las presidenciales de dentro de dos años, en encuestas difundidas en esta semana el gobernador tiene un mayor índice de aprobación que Trump y lo aventaja en hipotéticas primarias republicanas.
En un sondeo del diario USA Today y la Universidad de Suffolk, el 56 por ciento de los votantes conservadores y de esa tendencia ideológica prefirieron a DeSantis, mientras que solo el 33 por ciento apoyaría al magnate.
El exmandatario además es centro de pesquisas del Departamento de Justicia por sus presuntos intentos de frustrar la transición al poder del ganador de los sufragios de 2020, Joe Biden, y la retención de documentos clasificados en su mansión Mar-a-Lago, a más de un año de abandonar el Despacho Oval.
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