Para Baerbock, miembro del partido de los Verdes en la coalición de Gobierno, suspender la entrega de armamentos a Ucrania no mejorará la vida de los ucranianos, pese a las denuncias de Rusia de que el rearme de Kiev solo prolongará aún más el conflicto.
El pasado 24 de febrero, el presidente ruso, Vladimir Putin, anunció el inicio de una operación bélica en Ucrania, para proteger a la población de la región rebelde del Donbass y para desnazificar y desmilitarizar a ese país.
La jefa de la diplomacia germana consideró poco probable el establecimiento de un régimen de alto al fuego en la república exsoviética en un plazo breve, señala el rotativo Bild am Sonntag.
El 4 de octubre último, el presidente ucraniano, Vladimir Zelensky, puso en práctica una disposición del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa sobre la imposibilidad de cualquier negociación con Moscú.
A su vez, Putin consideró a finales del citado mes que no veía oportunidad alguna de entrar en cualquier negociación por ahora con Ucrania, que recibió cerca de 20 mil millones de dólares en ayuda militar por parte de Occidente, en especial, de Estados Unidos.
El congreso norteamericano respaldó un presupuesto de Defensa para 2023 superior a los 850 mil millones de dólares, en el cual esta contemplado el financiamiento para el suministro de armas a Ucrania.
Pese a la ayuda militar brindar por Berlín a Kiev, el canciller federal Olaf Scholz debió responder en su momento a acusaciones de Zelensky por el bajo nivel de apoyo bélico alemán a las fuerzas armadas ucranianas.
Rusia, de su lado, advierte que cualquier entrega de ayuda militar a Ucrania será considerada como un objetivo legítimo de su Ejército en el marco de la operación bélica en ese vecino país.
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