El tema de la reelección presidencial en El Salvador, aunque apagada en las últimas semanas, se convirtió a partir del 16 de septiembre en polvorín al punto de estallar tras el anuncio de Bukele de que se presentaría como candidato, incluso algunos llamaron a la “insurrección” como está escrito en la Carta Magna.
A poco menos de 14 meses de que los salvadoreños vuelvan a las urnas, es un asunto aun no resuelto y que pudiera reavivar los debates sobre inconstitucionalidad o no que rodea la aspiración del mandatario.
Sin embargo, aun con criterios a favor o en contra, le investigación divulgada por La Prensa Gráfica, aporta números contundentes, por ejemplo, el 61 por ciento de los mil 520 participantes en el muestreo opinó que debería permitirse la reelección.
LPG Datos encontró que el 34.7 por ciento de los preguntados sostienen que la reelección es legal y el 26.7 por ciento que es ilegal.
Sobre esto, en meses recientes no faltaron interpretaciones “antojadizas” de la Constitución que, en unos casos favorecían la continuidad por dos periodos consecutivos, y en otros decían que era posible pero en periodos separados.
La consulta encontró que el 64.4 por ciento de los preguntados se pronuncia favorablemente al plan del mandatario para seguir otro período consecutivo al frente del país si así el pueblo lo decide en las urnas.
Esa opinión no es compartida por el 17.8 por ciento de la población. Son solo interpretaciones pero llama la atención que un 25.9 por ciento opina que la Constitución de la República no debe permitir la reelección inmediata de la Presidencia de la República y otro 26.7 asegura que la Constitución no lo permite.
Son ideas que, ahora apagadas, pudieran despertar pasiones en 2023 cuando los cerca de 12 partidos que participarán en los comicios de febrero de 2024, según el Tribunal Supremo Electoral, se lancen con fuerza en la búsqueda de la butaca en la Casa Presidencial.
Aun las interrogantes se alzan alrededor del tema, pues, por ejemplo, la Carta Magna establece que la presidencia podrá volver a ser concursada, tanto por el presidente o vicepresidente, siempre y cuando su candidatura sea posterior a los “seis meses consecutivos”, de acuerdo con el artículo 152 y 154 de la Constitución.
Recientemente, un informe de radio Ysuca indicó que “la reelección presidencial, dejando de lado su inconstitucionalidad, tendría una razón de ser si el mandatario de turno dispusiera de un plan ambicioso y sostenible para mejorar sustancialmente las condiciones de vida de las mayorías».
Si Bukele es capaz de presentar esa imagen a los electores antes de febrero de 2024, no son pocos los análisis que le dan el crédito de la victoria y la continuidad al frente de los destinos del país.
Pero, para llegar allí, debe presentar avances y convencer a los electores que puede cumplir aun varias de sus promesas como por ejemplo la viabilidad del bitcóin, el ferrocarril costero, el aeropuerto oriental, varios hospitales, la remodelación de más de cinco mil escuelas, entre otras que aun están inconclusas.
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