Los participantes del evento realizaron negociaciones y avanzaron en cuestiones para la cooperación técnica y científica, pero coincidieron en que queda mucho por hacer y poco tiempo para actuar.
En las interveciones primó el llamado a la aprobación de un pacto mundial para detener la pérdida de especies e identificar las transiciones ecológicas necesarias para poner a la humanidad en la senda de vivir en armonía con la naturaleza.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza denunció que la actividad humana está devastando las especies marinas, cuyos últimos datos señalan que un 28 por ciento de las 150 mil 388 especies incluidas en la Lista Roja están en peligro de extinción.
De las 17 mil 903 especies marinas identificadas en peligro, tanto animales como vegetales, mil 550, o un 8,6 por ciento, están en bajo la amenaza de desaparición, mientras el cambio climático afecta negativamente al menos al 41 por ciento de las variedades marinas amenazadas.
En ese contexto, Cuba destacó que las acciones para revertir la pérdida de la diversidad biológica y el uso sostenible de la misma son desafíos complejos de vencer para los países en desarrollo.
Estos están obligados a emplear sus limitados recursos financieros y tecnológicos en el enfrentamiento a la crisis multidimensional, que se agravó con el azote de la pandemia de la Covid- 19.
Cuba expresó su respaldo a un Marco Estratégico Global de la Biodiversidad Post 2020 que refleje de manera balanceada los objetivos del convenio, que sus metas sean globales, portadoras de compromisos concretos y que en modo alguno condicionen la implementación a nivel nacional.
La posición cubana -expresada en el cónclave- se enfoca en que la meta de financiación sostiene la legitimidad y efectividad del marco estratégico, de ahí la importancia de la definición clara de los montos financieros a comprometer, fundamentalmente por los países desarrollados.
El incumplimiento de estos, sin dudas pudiera acarrear peores consecuencias para la biodiversidad mundial, alertó la delegación de la isla caribeña que asistió a la cita que comenzó el 7 de diciembre.
Cuba consagró en su Constitución el derecho al disfrute de un medioambiente sano y equilibrado, estableciendo como una de sus prioridades ambientales la atención a uno de los principales problemas ambientales, la pérdida de la biodiversidad, lo que permite avanzar en la gestión sostenible y restauración de ecosistemas marino- costeros y terrestres.
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