“De lo más hondo que estaba el país, ahora estamos pechando por ser una de las mejores economías de la región, otra vez hermanas, hermanos”, afirmó el mandatario durante la inauguración del Hospital de Segundo Nivel del territorio orureño de Challapata.
Explicó el jefe de Estado que posicionar nuevamente a Bolivia en la senda del crecimiento “no fue una tarea fácil”.
Recordó que al llegar al Gobierno tras el triunfo electoral de 2020 encontró las arcas estatales vacías.
“Luego del golpe de Estado todo estaba como antes, no teníamos recursos, cuando entramos a la Casa Grande (sede gubernamental) no había ni para comprar un bolígrafo, pero eso no nos ha amedrentado, sabíamos que teníamos un compromiso con el pueblo boliviano”, reveló el dignatario, quien dijo “hablar con claridad”.
Comentó que al asumir la dirección del país fue necesario trabajar arduamente en la recuperación primero de la salud de la población, azotada por la pandemia de Covid-19, y de una letalidad que llegó al seis por ciento se redujo hasta los 0,1 puntos porcentuales en los inicios de la actual sexta oleada.
Arce subrayó que al igual que a partir de 2006 se logró recuperar la economía, en la actualidad se avanza en esa dirección, y como prueba de ese resultado se refirió a la entrega este martes del Hospital de Segundo Nivel de Challapata, compromiso contraído durante la campaña electoral de acuerdo con el clamor de la población.
Informó que en el segundo trimestre del año en curso el producto interno bruto de Bolivia se incrementó en 4,13 por ciento, lo cual ratifica el retorno del país al camino del crecimiento.
Datos oficiales precisan que las exportaciones ascendieron en ese mismo lapso a 16,62 por ciento, la inversión pública y privada creció en 7,75 unidades sobre 100; las importaciones en 7,8 por ciento, los gastos en los hogares en 4,15 por ciento y el gasto público en 4,11 unidades sobre 100.
Estos resultados tuvieron como contexto un trasfondo que Arce calificó de “complicado” por la guerra existente en Europa entre Rusia y Ucrania y por la pandemia de Covid-19.
Sin embargo, pese a estas dificultades, el país altiplánico mantuvo estabilidad en la tasa de cambio monetario, estuvo entre los 10 países del mundo de más baja inflación, disminuyó la pobreza y logró un incremento de los empleos.
Las autoridades sostienen que este es un resultado del Modelo Económico Social Comunitario Productivo reinstaurado tras el triunfo del Movimiento al Socialismo-Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos.
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