Entre las bajas hay civiles no combatientes atrapados entre dos fuegos o utilizados como escudos humanos por los bandidos en las aldeas de Mutunji, Malele y Dansadau, gobierno local de Maru Local, en Zamfara, uno de los 36 estados en que esta dividida Nigeria.
En los combates, que duraron varios días, según la información castrense, participaron tropas terrestres y la aviación de caza; los cadáveres incluyen a terroristas, colaboradores y civiles no beligerantes, dice el comunicado circulado a los medios por el Ministerio de Defensa.
La víspera los miembros de las bandas concentrados en cinco campamentos supieron de la ofensiva y huyeron hacia la aldea de Mutunji, pero las tropas, después de bombardear sus bases atacaron la localidad, según reportes de medios en el terreno.
Los grupos armados que roban y saquean aldeas inermes son uno de los graves problemas que enfrenta el gobierno central nigeriano, asediado además por el movimiento islamista de Boko Haram en el noreste del país y acciones insurgentes de separatistas en el sureste.
Analistas locales denotan que aunque sin filiación política, las pandillas, calificados de enemigos de la Humanidad por el presidente nigeriano, Muhammadu Bujari, muestran indicios de acercamiento a los islamistas en un esfuerzo por sobrevivir la persecución del Ejército.
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