«Les mostraremos área por área para que sepan cómo está Brasil el 20 o 21 de diciembre», adelantó el viernes el fundador del Partido de los Trabajadores, en el Centro Cultural Banco de Brasil, en esta capital.
Después de anunciar los nombres de los primeros cinco ministros de su futura administración, prometió, víspera de Navidad, presentar un cuadro sobre el gigante suramericano mapeado por el equipo de transición.
Según Lula, la intención es revelar a la sociedad «con la mayor seriedad y sobriedad» lo que el gobierno de transición halló como resultado del actual «sin espectáculo de pirotecnia».
Insistió en querer que «la sociedad sepa cómo están la salud, educación, ciencia, jubilados, trabajadores», entre otros.
Si no lo presentamos ahora, agregó, «seis meses después estarán en nuestras espaldas los desmanes hechos» por el Ejecutivo de Bolsonaro, sin mencionar el nombre del exmilitar a quien venció en urnas el 30 de octubre.
Indicó que «es un gobierno (el actual) con cuerpo muy grande y cabeza muy pequeña, un gobierno que prefirió hacer fanfarrias, hablar y hablar, y no consiguió resolver los problemas que un gobierno necesita resolver», recalcó.
Durante su alocución, el extornero mecánico agradeció a los senadores que votaron la llamada Propuesta de Enmienda Constitucional (PEC) de la Transición, al afirmar que no se trata de una tramitación de su gobierno.
Advirtió que tal PEC «es para resolver el problema del presupuesto hecho por Bolsonaro».
Destacó que resulta necesario seguir pagando 600 reales (112 dólares) para el programa Auxilio Brasil que volverá a llamarse Bolsa Familia, además de 150 reales (28 dólares) para las madres con hijos de hasta seis años.
Instituido en 2003 por la administración de Lula para ayudar a las familias en situación de penuria y extrema pobreza, Bolsa Familia recibió el 29 de octubre de 2021 su último pago, siendo sustituido por Auxilio Brasil.
En la ocasión, la exministra de Desarrollo Social y Lucha contra el Hambre Tereza Campello denunció que el Gobierno de Bolsonaro eliminó el beneficio de millones de brasileños sin dar ningún tipo de orientación, lo cual generó colas de personas en las sucursales bancarias de varias ciudades.
«Hay más de 29 millones de familias que han sido completamente excluidas, sin ninguna información, sin ninguna orientación y sin que nadie haya intentado averiguar si estas familias todavía lo necesitan», subrayó.
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