La licitación está prevista a mediados del año próximo y a partir de entonces arrancaría el trazado definitivo de la obra, aseguró el mandatario en la gala anual de entrega de premios de la Cámara de Comercio e Industria en esta capital.
El proyecto del puente es una colaboración entre los gobiernos de Guyana y Surinam, que firmaron un memorando de entendimiento, y su ejecución se hará en régimen de asociación público-privada, recordó Ali.
Esta nación sudamericana recibió desde inicios de año ofertas de empresas interesadas en acometer la infraestructura de una longitud de 2,5 kilómetros desde la localidad de Long Island hasta la de South Drain en Surinam.
El jefe de Estado guyanés precisó antes que el puente no solo unirá a las dos naciones, sino que ayudará a una mejor comunicación en el conjunto de Sudamérica.
«Reconocemos los enormes beneficios que ese proyecto puede traer en las áreas de turismo, transporte y comercio. Para ello, hemos ampliado nuestros planes para promover conjuntamente oportunidades de negocios y oportunidades», aseveró.
El presidente de Surinam, Chandrikapersad Santokhi, afirmó, por su parte, que el puente marcaría una nueva era para los dos territorios en distintas áreas de cooperación.
No solo es importante para facilitar el movimiento de personas y bienes, el comercio y la cooperación transfronteriza, sino que también simboliza una transición de la vieja a una nueva mentalidad, enfatizó.
El río Corentyne corre en más de 700 kilómetros entre Guyana y Surinam para desembocar en el océano Atlántico, pero para pasarlo es necesario el servicio de un transbordador entre las orillas de los dos países.
Su parte occidental, navegable para embarcaciones de poco calado, deviene la frontera entre ambas naciones, que establecieron relaciones diplomáticas el 25 de noviembre de 1975.
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