En las últimas semanas se difunden casi a diario nueva información sobre las comunicaciones del exresponsable de la seguridad del presidente Luis Lacalle Pou, en particular con altos oficiales policiales.
Pero los últimos mensajes en cobrar resonancia se refieren a un intercambio de Astesiano con el subdirector ejecutivo de la Policía Nacional, Jorge Berriel, a quien le requiere información sobre un viaje personal de la expareja del presidente de la República, Lorena Ponce de León.
El gobierno defiende la intimidad del mandatario y de su entorno familiar, tras la filtración de chats que exponen información al respecto.
La fiscal del caso, Gabriela Fossati, había aceptado en principio dejar fuera de la pesquisa las comunicaciones con el jefe de Estado contenidas en el celular de Astesiano.
En aquel momento se habló de indicaciones del más alto nivel, pero reclamos en medios de prensa provocaron que finalmente ese material fuera entregado a la fiscal por el ministro del Interior, Luis Alberto Heber.
Además de las filtraciones, el equipo de Fossati investiga a Astesiano por adulteración de documento para obtener y vender pasaportes uruguayos.
También respecto a presunto tráfico de influencias que podría involucrar a funcionarios gubernamentales y otra investigación por espionaje político con fines de extorsión contra dos senadores del opositor Frente Amplio.
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