Según el secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios, Martin Griffiths, esos fondos apoyarán la asistencia directa a más de 260 mil personas.
“Nuestros socios podrán ampliar los programas existentes de dinero en efectivo, protección, salud, educación, agua y saneamiento, así como las actividades de higiene”, agregó.
Sin embargo, de acuerdo con proyecciones de la ONU, para 2023, 9,4 millones de las personas consideradas más vulnerables de esa nación africana necesitarán ayuda y protección urgentes, frente a los 8,9 millones del año pasado.
Tras una guerra civil de cinco años que destrozó la economía, causó casi 400 mil muertos y desató una crisis humanitaria, los sursudaneses enfrentan todavía el reto de la reconciliación.
En opinión de analistas, en 2022 las discrepancias aumentaron en ese territorio debido a luchas intercomunitarias, y otro flagelo con el que lidia el país es la inseguridad alimentaria, que amenaza a 7,7 millones de personas.
Además, la nación sufrió inundaciones que afectaron el ganado, cosechas, carreteras y puentes, así como destruyeron viviendas, escuelas e instalaciones sanitarias.
Organizaciones humanitarias advirtieron este mes que más de nueve mil civiles resultaron desplazados desde mediados de noviembre en el norteño estado sursudanés de Alto Nilo tras enfrentamientos entre grupos rivales.
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