Aseguró que la tercera y definitiva nacionalización de esos recursos, concretada en 2006, plantó el pilar fundamental del Modelo Económico Social Comunitario Productivo porque no solo permitió un mayor crecimiento económico a Bolivia, sino también distribuir la riqueza a todos los connacionales.
Sobre el particular, consideró que no resultó un proceso sencillo, en referencia a los más de 60 muertos y 400 heridos en El Alto durante las movilizaciones de octubre de 2003 para impedir la exportación de gas a Estados Unidos por puertos chilenos “a precios de gallina muerta”.
El mandatario convocó a honrar esa “larga pelea por la recuperación de los recursos naturales”, que pasó por las tres nacionalizaciones hasta dejarla establecida en la Constitución Política del Estado durante el debate de la Asamblea Constituyente entre 2006 y 2008.
Consideró imprescindible “el compromiso de todos los bolivianos y en especial de quienes trabajan en el sector (hidrocarburífero) de que nunca más esos recursos pasen a manos de extranjeros y que sirvan para el pueblo boliviano”.
Subrayó que gracias a la nacionalización se consolidó la presencia de YPFB en toda la cadena productiva de los hidrocarburos y, a la par, mejoraron los ingresos económicos del país.
Precisó que desde el año 2006 el país recibió por concepto de renta petrolera algo más de 50 mil millones de dólares.
“Este recurso natural -acotó Arce-, es el que ha dado el impulso a nuestro Modelo Económico para que empecemos la tarea distribuidora del ingreso y tengamos el acelerado crecimiento y que poco a poco lo vamos consolidando”.
Reiteró el dignatario que la “nacionalización es irreversible”, y elogió el buen desempeño de la estatal YPFB, que generó en 2021 unos dos mil millones de dólares en renta petrolera, durante el año que concluye rebasó los tres mil millones de esa moneda y prevé cerrar la gestión con cinco mil millones en ventas de gas natural a Brasil y Argentina.
“Tenemos una empresa que hoy es la segunda más importante de la región por las utilidades generadas”, proclamó.
Durante su discurso, Arce criticó las malas decisiones del gobierno de facto entre 2019 y 2020, como la de despedir a los técnicos formados para operar la Planta de Amoniaco y Urea “Marcelo Quiroga Santa Cruz” y por cuya determinación se dañaron varios equipos que obligaron a paralizar la empresa por meses.
Fuentes de YPFB informaron que esta fábrica cerrará en 2022 con el ciento por ciento de su capacidad instalada y ventas de alrededor de 400 millones de dólares.
lam/jpm