“Unidas y unidos sigamos reconstruyendo nuestra economía en la senda del crecimiento con justicia social, en la senda de la dignidad y de un país libre de discriminación, exclusión y toda forma de violencia, en la senda del vivir bien”, aseguró el jefe de Estado.
Arce expresó que la navidad debe ser ocasión para movilizar a los bolivianos a “seguir trabajando con el objetivo de erradicar la pobreza en sus múltiples dimensiones”.
Instó a cerrar las brechas de desigualdades sociales y económicas y a fortalecer la reciprocidad, complementariedad y solidaridad que es “compartir lo poco o mucho que tenemos” en todo momento.
Al referirse al año que concluye, recordó que organismos internacionales como la Cepal reportaron que Bolivia es el país que más reducirá la pobreza extrema en la región.
“Esto nos impulsa a comprometernos más aún porque tenemos mucho por hacer”, enfatizó el dignatario, quien también subrayó que cuando asumió la presidencia hace un bienio se comprometió a reconstruir la economía de Bolivia y sacarla de la crisis sanitaria, política, económica y social en la cual la dejó el gobierno de facto en 2020.
“Hoy puedo decirles con mucha seguridad y optimismo -recalcó-, que ya estamos saliendo adelante y vivimos en un país mejor del que recibimos en 2020”.
Evocó el impacto de la Covid-19, pandemia que significó momentos muy difíciles para los bolivianos, y que ya fueron rebasados; sin embargo, llamó a mantener los cuidados necesarios para enfrentar la sexta ola de contagios provocados por el coronavirus SARS-CoV-2.
Al referirse a la economía, explicó que gracias a la reinstauración del Modelo Económico Social Comunitario Productivo el país altiplánico retornó a la senda de la estabilidad y al crecimiento económico con justicia social.
Arce reiteró que la tasa de inflación de Bolivia es la más baja de la región y una de las menores del mundo, a pesar del contexto internacional adverso.
Subrayó que avanza el proceso de industrialización con sustitución de importaciones, se incrementó la productividad agropecuaria para el abastecimiento de alimentos en los mercados y se trabaja incansablemente por la seguridad con soberanía en esta esfera.
Lamentó Arce que en 2022 los bolivianos vivieron “momentos de tensión y confrontación y desencuentros entre hermanas y hermanos”.
Al respecto alentó a la población a continuar su trabajo y cuidar la estabilidad, la certidumbre y la esperanza alcanzada tras la recuperación del orden constitucional.
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