La puja es grande y los estadounidenses presionan para que el conflicto se trate dentro de los marcos del Tratado de Libre Comercio (T-MEC) pues presuntamente la posición de México es contraria al consumo humano de los transgénicos y del uso de un herbicida dañino a la salud humana y al ambiente -incluso a las cosechas-como el glifosato, viola a las disposiciones de biotecnología del acuerdo.
Estados Unidos alega que la acción mexicana causará daños de miles de millones de dólares a sus productores y, a la vez, elevará el precio de la tortilla y otros productos esenciales para los consumidores al sur del río Bravo.
El tema tiene como centro un decreto del Gobierno mexicano del 31 de diciembre de 2020, el cual establece la eliminación gradual del herbicida glifosato y se faculta a las autoridades de bioseguridad a revocar y abstenerse de otorgar autorizaciones para el uso de maíz genéticamente modificado en la alimentación, hasta sustituirlo totalmente a más tardar el 31 de enero de 2024.
En su reciente visita a Washington, la secretaria de Economía, Raquel Buenrostro, propuso a Estados Unidos aplazar el decreto de 2024 a 2025, pero los productores de ese país rechazan la iniciativa mexicana, a la cual no renuncia el Eobierno de Andrés Manuel López Obrador, como reiteró en varias conferencias de prensa.
La disposición legal, publicada en el Diario Oficial, establece las acciones que deberán realizar para sustituir gradualmente su uso, adquisición, distribución e importación del glifosato y de los agroquímicos utilizados en el país que contengan este activo.
Según el documento, deberán modificarse «por alternativas sostenibles y culturalmente adecuadas, que permiten la producción y resulten seguras para la salud humana y la diversidad biocultural del país»
A ello Estados Unidos responde que viola el T-MEC, por lo cual pidió a la Oficina del Representante de Comercio que establezca un panel de disputa, afirmó Angus Kelly, director de políticas públicas de la asociación de productores de maíz, que representa a unos 300 mil granjeros.
No obstante el decreto mexicano, señaló que los granjeros estadunidenses ya están colocando sus órdenes para la compra de semillas para el cultivo del año entrante y que el maíz producido en 2022 y 2023 estará en el mercado más allá del plazo límite en que México dice que prohibirá el maíz transgénico.
El conflicto -ya adelantado con enviados especiales a México- estará presente en la Cumbre del Norte del T-MEC para el 10 de enero en Ciudad de México, donde se buscará una salida. Voceros mexicanos sugerieron encontrar otro uso al transgénico que no sea la alimentación humana.
mgt/lma