Reiteró su posición de tratar de impedir que los migrantes sean maltratados y que, por ello, plantea una solución de fondo atendiendo las causas que originan la migración, y lamentó que no ha habido mucha voluntad en ese sentido por parte del Gobierno de Estados Unidos y consideró que hace falta más trabajo en los países emisores para que la gente no sea vea obligada a migrar.
Denunció que existe también delincuencia y politiquería y puso como ejemplo la actitud anticristiana e inhumana del gobernador de Texas Abbott cuando hace unos días en navidad envió unos camiones cargados con migrantes frente de la casa de la vicepresidenta, Kamala Harris, que denota xenofobia, intereses politiqueros y utilización del dolor y la necesidad de la gente.
Recordó que dentro de uns días se realizará la Cumbre del Norte en México con Joe Biden y Justin Trudeau y será una oportunidad para tratar ese tema, pero en su contenido estructural que implica crear un programa de apoyo a los países con más pobreza y necesidad para que la gente no se vea obligada a migrar como México hace con El Salvador, Guatemala y Honduras.
Dijo que últimamente ya no es solo Centroamérica, sino que hay mucha migración de Venezuela, Nicaragua, Colombia, Eecuador y otros países de Sudamérica.
Por eso, repitió, el plan de México incluye a toda América Latina y el Caribe sin exclusiones, pues sin el desarrollo de la región continuará la crisis de la migración y también los problemas de fuerza de trabajo del norte.
Reconoció que otorgar 25 mil visas a venezolanos al año es un buen paso, pero debería extenderse a todos los demás de la región para darle organización y cauce al flujo migratorio. Por eso vaticinó que va a ser muy importante la cumbre del 10 de enero.
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