En conferencia de prensa, De Carlotto precisó que esta mañana el Juzgado Federal 1 de ese territorio informó al hombre llamado Juan José que no pertenece a la familia que lo tenía como propio y que era dueña de una finca en la que trabajaba su verdadera madre.
De acuerdo con un comunicado de las Abuelas, él inició una búsqueda para conocer su identidad real en 2004, luego del fallecimiento de quienes consideraba sus padres, pues sus hermanos de crianza le confesaron que no era así y le entregaron su primer documento nacional (DNI).
Con esa información se dirigió a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi) para indagar sobre su origen biológico.
Tras una investigación documental y gracias a los estudios de ADN en el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG), en 2008 constató que Mercedes era su progenitora, como figuraba en su DNI, señala el texto leído por De Carlotto.
Luego de conocer su filiación materna, Juan José dejó su perfil genético en el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) con la intención de encontrar los restos de Mercedes, quien fue secuestrada junto a parte de su familia el 20 de mayo de 1976 en la localidad de Monteros.
En ese entonces, él tenía nueve meses y sus abuelos Toribia Romero y José Ramón Morales, así como sus tíos José Silvano, Juan Ceferino y Julio César también fueron detenidos.
El EAAF logró identificar los restos de Mercedes en el Cementerio Norte de Tucumán y Juan José pudo despedir a su madre, además de establecer contacto con familiares.
Según el comunicado, todavía desconoce la identidad de su verdadero padre, pues fue descartado su vínculo biológico con quien lo inscribió tras la exhumación de su cuerpo.
Esa última información fue comunicada hoy al joven por el Juzgado, que también confirmó que fue víctima de sustracción, ocultamiento y sustitución de identidad en el marco del terrorismo de Estado durante la última dictadura militar (1976-1983).
Hoy lo abrazamos como nuestro nieto 132 y, como un rompecabezas que nunca se termina de completar, iniciamos un nuevo camino para poder dar con su padre, afirmó De Carlotto.
Pese al dolor que trae cada una de estas historias, junto a la constatación de la trabajosa tarea que es reconstruir lo que la dictadura quiso borrar, seguimos celebrando la vida con la alegría que nos da la conquista de la verdad. Por un 2023 con más encuentros, verdades e identidades, añadió.
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