El gobierno ecuatoriano reveló en octubre pasado que necesitaría alrededor de cinco mil millones de dólares para aplicar una “estrategia integral de seguridad” ante la escalada de violencia en el país.
Para lograr el financiamiento, Ordóñez y el presidente Guillermo Lasso adelantaron que buscarían apoyo externo de naciones europeas y Estados Unidos.
La semana pasada Lasso viajó a Washington para abordar el tema con su par, Joe Biden, quien firmó una ley de Asociación Estratégica con Ecuador, pero no precisó cuánto dinero destinará a la lucha contra el crimen organizado en la nación suramericana.
Según comentó Ordóñez este miércoles en entrevista al canal Ecuavisa, Biden le dijo literalmente a Lasso que los equipos técnicos revisarán los detalles operativos sobre la forma en que Estados Unidos cooperaría con Ecuador.
Respecto a la visita al territorio norteamericano, el jefe del ejecutivo ecuatoriano manifestó que habló con su homólogo sobre la necesidad de compartir la factura, porque trabajan también para evitar el tráfico hacia Estados Unidos.
Esta nación andina vive una escalada de inseguridad que ha provocado este año un incremento de las muertes intencionales a una tasa superior a los 20 homicidios por cada 100 mil habitantes.
Según el Gobierno, esa situación se debe a las disputas de bandas criminales por el control del tráfico, un problema para el cual demandan el apoyo internacional.
En esa línea, Lasso aseguró contar ya con el apoyo de Estados Unidos y también de Colombia, donde hoy tiene lugar un encuentro entre altos mandos militares para definir un plan de seguridad en la frontera común.
Para el Secretario de Seguridad Pública ecuatoriano, la ola de asesinatos de los últimos meses es resultado de la “acción eficiente” del Estado con los constantes decomisos de droga, que este año se acercarían a las 200 toneladas incautadas.
Esa opinión contrasta con la de expertos y la ciudadanía, quienes exigen al Gobierno implementar políticas públicas integrales para frenar la inseguridad.
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